martes, 20 de septiembre de 2011

SEBASTIAN Y LA CALABAZA MAGICA

Érase una vez un niño llamado Sebastián y como todos los niños tenían un sueño… quería volar. Un día fue a pescar era su pasatiempo favorito cogió su caña, le puso el gusano y de repente ¡puuuf!  al agua fue a dar, Sebastián mientras esperaba el pescado se durmió.

De repente la caña se movió y Sebastián  despertó con muchos nervios, cogió la caña temblando y empezó a recoger y recoger pero no sentía nada todo estaba muy quieto y dijo ¿que será que no se siente nada?, de repente se desmayo cuando vio que era una calabaza parlante.

Al día siguiente despertó y la calabaza dormía, Sebastián la observaba y se preguntaba ¿tendrá cerebro? y la corto por la mitad, la calabaza se sorprendió y Sebastián se sorprendió más cuando ella misma se volvió a pegar pues era mágica.

Pasaron los días y la calabaza y Sebastián se volvieron buenos amigos. Como la calabaza cumplía deseos Sebastián le propuso a su amiga la calabaza que le ayudara a volar, la calabaza pensó por un momento... ¡y si primero aprendiera a pescar! seria de gran ayuda para todos, la calabaza miraba a Sebastián y le dijo te voy a cumplir tu sueño pero primero tienes que aprender a pescar para con tu ayuda poder alimentar a los más pobres.
Sebastián aprendió y pronto la calabaza fue a llevarles el pescado frito a los más necesitados, así cumplió su sueño y el de las demás personas.

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